Y sólo esperábamos que se apagara el día para prender el aparato de luz, para que alumbrara nuestras...
Me dijo que lo que la mantenía unida a mi era el amor a la tierra, el amor a su gente.
Yo le dije que las palabras y el sexo, el futuro y la paz.
Soplaban vientos del norte y nomas veiamos las caras...
Era como estar en una burbuja, como muñecos de porcelana.
Estabamos muy juntos y serenos, terminamos de amarnos y solo esperabamos que se apagara el dia para prender el aparato de luz, para que alumbrara nuestras canciones, nuestras historias y un cafe.
posted by la gente no es exactamente de las ciudades @ 3:36 PM
2 comments
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quisiera que esos instantes fueran eternos, y que no tuvieramos que preocuparnos de otras cosas, que todo el mundo, toda la gente solo tuviera que preocuparse de pendejadas como: ¿prefieres que el aparato de luz alumbre mucho o poco?, ¿quieres tu café con dos cucharadas de azucar o de miel?, ¿prefieres que cante en do o sol?...
Eso quisiera...
y claro, quisiera ver caer la nieve
en las calles estrechas de tu pueblo, tu cuerpo
y tomarnos de la mano caminando por las ciudades cada día que se mete el sol y el mundo queda suspendido entre la noche y el día
y reír contigo todos los días del resto de nuestras vidas
abrazados, caminando mientras salimos o entramos del trabajo
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